Nathanael Sivera Mollá | Podólogo | 01/03/2021
¿QUÉ ES UN JUANETE?
El juanete es el nombre popular para la patología que, en clínica, llamamos Hallux
Abductus Valgus (HAV). Consiste en una deformación de los huesos que componen el primer dedo del pie (Hallux), que lo desvían primero acercándolo a la línea media del pie (Abductus) y luego rotándolo hacia la línea media del cuerpo (Valgus).
Visualmente, encontramos que la punta del primer dedo busca a los demás y, estadios avanzados, observamos un bulto en la parte interna/ lateral del pie, en la base del primer dedo.
CLASIFICACIÓN
Existen varios estadios de la deformidad con características y pronósticos distintos:
Estadio 1: No se aprecia deformidad visual. En este estadio solo podríamos prever su aparición mediante una exploración biomecánica y actuar en consecuencia.
Estadio 2: se observa la desviación lateral del primer dedo. A estas alturas el HAV se está desarrollando, pero aún no se ha evidenciado el “bulto” característico. Una buena plantilla puede prevenir el desarrollo completo de la deformidad.
Estadio 3: el dedo rota sobre sí mismo y aparece el “bulto”. Este bulto característico es el llamado bunion y se compone de células de hueso. La desviación lateral del dedo provoca un exceso de fuerzas en la zona en cuestión y el cuerpo reacciona creando hueso para reparar el daño, formándose el bunion. En este estadio la solución completa y definitiva es una cirugía y una plantilla.
Estadio 4: a este estadio solo se llega añadiendo al estadio 3 una enfermedad reumática como la artrosis.
Estadio 1
Estadio 3
Estadio 2
Estadio 4
TRATAMIENTO
En la mayoría de los casos, la causa de la aparición de esta patología es mecánica, concretamente, derivada de una pronación excesiva del pie durante la marcha. De este modo su tratamiento se basará controlar el reparto de fuerzas durante la pisada para evitar la aparición. Este tratamiento, mediante una plantilla que puede ser usada en casi cualquier calzado, es efectivo en los primeros estadios de la patología, es decir, cuando no existe aún deformidad o esta no es muy grave.
En estadios más avanzados la corrección pasa por cirugía. Existen varias técnicas por las que uno puede operar un “juanete” pero podemos agruparlas en dos ramas: de mínima incisión y cirugía abierta.
La ventaja principal de la primera es clara, no deja cicatrices o, si las deja, son mínimas. Son las mal llamadas cirugías con láser y su principal desventaja es que no están disponibles a través de la seguridad social puesto que el podólogo aún no esta dentro del sistema nacional de sanidad. En caso de querer esta opción se debe pedir cita con un podólogo con quirófano.
En cuanto a la cirugía abierta, la principal ventaja es que se hace a través de la seguridad social. Por el contrario, ni opera un podólogo ni conlleva el mencionado estudio biomecánico que previene la aparición de nuevo del juanete, además de las mencionadas cicatrices.
PREVENCIÓN
Aunque la causa principal en la mayoría de las ocasiones sea la mecánica, no podemos obviar que existen diversos factores predisponentes, es decir, situaciones o comportamientos en las que ayudamos a que el desarrollo de la patología sea más rápido o exagerado.
Entre estos factores podemos destacar el uso de zapato de puntera estrecha, el uso de tacones o la obesidad. Cada una de estas situaciones dejará nuestro pie en condiciones, cada vez más idóneas, para desarrollar la patología.
El uso de una juanetera no esta demostrado científicamente que sea efectivo. En primer lugar, la juanetera actúa sólo sobre la desviación lateral, no sobre la rotación del dedo, por lo que, si acaso, podría mostrar algún resultado en los primeros estadios. En segundo lugar, no eliminamos lo que está causando la malformación, sino que tratamos de que la adaptación del cuerpo sea distinta a la natural.
Mediante plantilla eliminamos las fuerzas que dan lugar a la adaptación del cuerpo y, mediante cirugía, reparamos las adaptaciones adquiridas.